Un día como asistente en Wasakentsa…
- Edwin Fernando Cárdenas
- 11 abr 2017
- 3 Min. de lectura
Son las 04:25 am y es hora de ponerse de pie para arrancar con las actividades en la misión de Wasakentsa. Es lunes y debería de levantarles a los 40 internos que duermen junto a mi cuarto para que vayan al estudio a realizar sus deberes escolares pero los chicos han estudiado durante la mañana del domingo así que les dejo descansar hasta las 06:00 am. La comunidad salesiana se reúne para la oración comunitaria a las 04:50 y a las 05:30 ya estamos dispuestos para iniciar la celebración de la Eucaristía junto con la comunidad de las hermanas marianitas quienes también poseen una obra misional entre los achuar.
Con las primeras luces del día les abro el dormitorio a los chicos y la primera actividad es la realización de la limpieza de toda la residencia hasta las 06:30, hora en la que al toque del “cacho” se anuncia el desayuno tanto para internos como para voluntarios y salesianos en un mismo comedor. Se toma un poco de chicha y los chicos ya están frente a los pocos espejos de la misión pintándose, pues las clases semanales inician con el minuto cívico y los chicos saben que hay que ir con toda la solemnidad debida. Los cerca de 120 estudiantes van a las distintas aulas para las diferentes clases y me corresponde acompañar dictando las materias de matemáticas, proyecto e inglés en los cursos de segundo y tercero de bachillerato.
A las 13:00 las clases concluyen y ya estoy abriendo las puertas de los baños, del estudio, del cuarto de cambio y demás instalaciones para darles la bienvenida a los chicos para lo que será la jornada vespertina y que inicia concluido el almuerzo a las 13:30. Un nuevo toque del cacho a las 13:45 nos recuerda que debemos reunirnos en la casa achuar, “la casa de la chicha” para una vez que dé todas las indicaciones marcharnos al trabajo. He pedido que el voluntario Tito acompañe a tres familias (los chicos están divididos en pequeños grupos llamadas “familias”) en la limpieza de los canales de la pista mientras que las otras tres irán conmigo a la limpieza del platanal.
Concluido el trabajo a las 16:00 y ya habiendo tomado la tan rica chicha de yuca, hacemos algo de deporte y a las 17:00 estamos ya en el río Chankuap en nuestro aseo personal y lavando algo de ropa. Cuando son las 17:45 les hago formar a cada familia para la entrada al comedor y degustar de la deliciosa cena que para suerte nuestra es sajino con algo de chonta y verde. Los internos están demás contentos este día y me piden poner algo de música –amazónica- hasta las 18:25, hora en que nuevamente les acompaño al estudio en la realización de sus tareas escolares.
A las 19:50 doy la indicación de que vayan guardando los cuadernos y demás cosas para escuchar las buenas noches y tras un corto pensamiento, la oración del Padre nuestro y un canto en achuar llamado “Nekas Nunkarure Marí” acompaño a los residentes para su descanso y fin de labores por este día… Mis actividades como salesiano en formación no finalizan pues a las 20:10 junto a toda la comunidad salesiana rezamos vísperas y atendemos a la lectura espiritual. Hasta las 21:30 en la biblioteca de la comunidad compartimos con todos los hermanos las experiencias acontecidas en el día y cuando ya son las 22:00, cada hermano descansa y repone fuerzas para el siguiente día, seguros de seguir con la misma alegría y compromiso de ser entre este pueblo achuar signos y portadores del amor de Dios entre los jóvenes…
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